Y Poppy, recuerda que algún día conocerás a una rana que se convertirá en un apuesto príncipe". "Bien", dijo Beatrix. "Porque todo lo que ha conocido hasta ahora son príncipes que se convierten en ranas". "El señor Bayning no es una rana", protestó Poppy. "Tienes razón", dijo Beatrix. "Eso fue muy injusto con las ranas, que son criaturas encantadoras.