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A veces, cuando estás triste no sabes qué hacer, te ayuda estar enfadado. Pero luego las lágrimas vuelven igual, y te duermes con su sabor salado en los labios.
A veces, cuando estás triste no sabes qué hacer, te ayuda estar enfadado. Pero luego las lágrimas vuelven igual, y te duermes con su sabor salado en los labios.