Autores:
  • Tuve que alimentar esas dudas como si fueran gatitos diminutos y enfermizos, hasta que con el tiempo se convirtieron en quejas robustas y sanas, con sus propias puertas de gato, que les permitían entrar y salir de nuestra conversación a voluntad.

    Nick Hornby (2005). “High Fidelity”, p.17, Penguin UK