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Ama especialmente a los niños, porque también ellos están libres de pecado como los ángeles; viven para ablandar y purificar nuestros corazones y, por así decirlo, para guiarnos.
Ama especialmente a los niños, porque también ellos están libres de pecado como los ángeles; viven para ablandar y purificar nuestros corazones y, por así decirlo, para guiarnos.