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Te mira como si nunca te hubiera visto, y mucho menos como si te hubiera amado con gran pasión. Lo irónico es que no puedes culparlo. Quiero decir, mírate. Eres un desastre patético, irreconocible incluso para tus propios ojos.
Te mira como si nunca te hubiera visto, y mucho menos como si te hubiera amado con gran pasión. Lo irónico es que no puedes culparlo. Quiero decir, mírate. Eres un desastre patético, irreconocible incluso para tus propios ojos.