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Hay gente a la que conocemos de toda la vida y, sin embargo, nunca sentimos que la conozcamos del todo. Pero hay otras personas... -Incapaz de resistir la tentación, le acarició suavemente la mejilla con un nudillo enfundado en cuero. La profundidad cobalto de sus ojos parpadeó en respuesta, pero ella no dijo nada, prestando atención a cada una de sus palabras. "La gente que conocemos en un día, y al instante, parece como si la conociéramos de toda la vida.