Cuando he visto por la mano del tiempo desfigurado el rico y orgulloso coste de la edad enterrada y desgastada; Cuando alguna vez he visto torres elevadas derribadas y el bronce eterno esclavo de la ira mortal; Cuando he visto el océano hambriento ganar ventaja sobre el reino de la orilla, y el suelo firme ganar a la corriente acuosa, aumentando la pérdida con la pérdida y la pérdida con la pérdida; Cuando he visto tal intercambio de estado, o el estado mismo confundido con la decadencia; La ruina me ha enseñado así a rumiar, Que el tiempo vendrá y se llevará mi amor. Este pensamiento es como una muerte que no puede elegir, sino llorar por tener lo que teme perder.