-
Hay dos sonidos inconfundibles del otoño: el susurro apresurado de las hojas crujientes arrastradas por la calle... por un viento racheado, y el parloteo de una bandada de gansos migratorios.
Hay dos sonidos inconfundibles del otoño: el susurro apresurado de las hojas crujientes arrastradas por la calle... por un viento racheado, y el parloteo de una bandada de gansos migratorios.