Dicen: los sufrimientos son desgracias", dijo Pierre. Pero si en este mismo instante me preguntaran si seguiría siendo lo que era antes de ser hecho prisionero, o si volvería a pasar por todo eso, diría: por el amor de Dios, prefiero ser prisionero y erat carne de caballo otra vez. Nos imaginamos que en cuanto nos arrancan de nuestro camino habitual todo ha terminado, pero es sólo el comienzo de algo nuevo y bueno. Mientras haya vida, habrá felicidad. Hay mucho, muchísimo ante nosotros.