Autores:
  • Las feroces palabras de Jesús dirigidas a los fariseos de su tiempo se extienden a través de las bandas del tiempo. Hoy se dirigen no sólo a los teleevangelistas caídos, sino a cada uno de nosotros. No entendemos lo que quiere decir Jesús cuando utilizamos sus palabras como armas contra los demás. Cada uno de nosotros debe tomárselas como algo personal. Esta es la forma del fariseísmo cristiano de nuestro tiempo. La hipocresía no es prerrogativa de la gente de las altas esferas. El más pobre de nosotros es capaz de ella. La hipocresía es la expresión natural de lo más mezquino que hay en todos nosotros.