Parece que a la gente le cuesta mucho vivir con enigmas o dejarlos vivir, aunque uno pensaría que la vida está tan llena de enigmas como está que unas cuantas cosas más que no podamos responder no supondrían ninguna diferencia. Pero quizá sea precisamente esto lo que resulta tan insoportable, que hay cosas irracionales en nuestra propia psique que trastornan la mente consciente en sus ilusorias certezas al confrontarla con el enigma de su existencia.