-
Debemos empezar a creer que Dios, en el misterio de la oración, nos ha confiado una fuerza que puede mover el mundo celestial, y puede traer su poder a la tierra.
Debemos empezar a creer que Dios, en el misterio de la oración, nos ha confiado una fuerza que puede mover el mundo celestial, y puede traer su poder a la tierra.