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Dame un carbón caliente que brille rojo brillante, Dame una brasa que chisporrotee de calor, Estas son las joyas hechas de mi pico. Volamos entre las llamas y nunca nos chamuscamos Nos zambullimos entre el humo y nunca nos acobardamos. Conocemos los secretos del fuego, sus extraños vientos, su furia, cuando arrasa bosques, cañones, laderas arriba y abajo. Lo rastreamos. Lo encontraremos. Cogemos carbón por kilos. Nos adentraremos en el corazón de la llama más ardiente. Luego traeremos sus brasas y las domaremos. Porque somos los valientes carboneros y, más allá de todo, ¡somos los búhos de los carboneros!