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  • Desde Jimmy Carter, los fundamentalistas religiosos desempeñan un papel importante en las elecciones. Fue el primer presidente que hizo gala de su condición de cristiano renacido. Eso encendió una pequeña luz en las mentes de los directores de campañas políticas: Finge ser un fanático religioso y podrás captar un tercio de los votos de inmediato. Nadie preguntó si Lyndon Johnson iba a la iglesia todos los días. Bill Clinton es probablemente tan religioso como yo, es decir, cero, pero sus jefes se aseguraron de que todos los domingos por la mañana estuviera en la iglesia baptista cantando himnos.

    "The United States Has Essentially a One-Party System". Interview with Gabor Steingart, www.spiegel.de. October 10, 2008.