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En cuanto a mí, siempre me reconozco de buena gana como la causa principal de todo bien y de todo mal que me pueda acaecer; por lo tanto, siempre me he encontrado capaz de ser mi propio alumno, y dispuesto a amar a mi maestro.
En cuanto a mí, siempre me reconozco de buena gana como la causa principal de todo bien y de todo mal que me pueda acaecer; por lo tanto, siempre me he encontrado capaz de ser mi propio alumno, y dispuesto a amar a mi maestro.