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Querida golondrina -dijo Prince-, me cuentas cosas maravillosas, pero más maravilloso que nada es el sufrimiento de los hombres y de las mujeres. No hay misterio tan grande como la miseria.
Querida golondrina -dijo Prince-, me cuentas cosas maravillosas, pero más maravilloso que nada es el sufrimiento de los hombres y de las mujeres. No hay misterio tan grande como la miseria.