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Me encantan las fronteras. Agosto es la frontera entre el verano y el otoño; es el mes más hermoso que conozco. El crepúsculo es la frontera entre el día y la noche, y la orilla es la frontera entre el mar y la tierra. La frontera es el anhelo: cuando ambos se han enamorado pero aún no se han dicho nada. La frontera es estar en el camino. El camino es lo más importante.