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  • Aquella misma noche, la noche del mayor sufrimiento que ha habido en el mundo o que habrá jamás, el Salvador dijo: "La paz os dejo, mi paz os doy.... No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo". (Juan 14:27) Les aseguro que ése puede ser uno de los mandamientos del Salvador que, incluso en los corazones de los Santos de los Últimos Días que por lo demás son fieles, es casi universalmente desobedecido; y sin embargo, me pregunto si nuestra resistencia a esta invitación podría ser más dolorosa para el corazón misericordioso del Señor.