-
Soy la hija de la Tierra y del Agua, Y la nodriza del Cielo; Paso a través de los poros del océano y de las costas; Cambio, pero no puedo morir. Porque después de la lluvia, cuando sin mancha alguna El pabellón del Cielo está desnudo, Y los vientos y los rayos del sol con sus convexos destellos Construyen la cúpula azul del aire, Me río silenciosamente de mi propio cenotafio, Y de las cavernas de la lluvia, Como un niño del vientre, como un fantasma de la tumba, Me levanto y lo vuelvo a reconstruir.