Gracias", dijo Simon. "Es una broma, Isabelle. Es el Conde. Le gusta contar. Ya sabes. ¿Qué ha comido hoy el Conde, niños? Una galleta de chocolate, dos galletas de chocolate, tres galletas de chocolate...'". Se oyó una ráfaga de aire frío al abrirse la puerta del restaurante y dejar entrar a otro cliente. Isabelle se estremeció y cogió su bufanda de seda negra. "No es realista". "¿Qué prefieres? ¿Qué ha comido hoy el conde, niños? Un aldeano indefenso, dos aldeanos indefensos, tres aldeanos indefensos. . .