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Siempre me ha gustado el desierto. Uno se sienta en una duna del desierto, no ve nada, no oye nada. Sin embargo, a través del silencio algo palpita y brilla.
Siempre me ha gustado el desierto. Uno se sienta en una duna del desierto, no ve nada, no oye nada. Sin embargo, a través del silencio algo palpita y brilla.