-
El cerebro de una persona enamorada mostrará actividad en la amígdala, asociada a los sentimientos viscerales, y en el núcleo accumbens, una zona asociada a los estímulos gratificantes que tiende a estar activa en los drogadictos. O, recapitulando: el cerebro de una persona enamorada no se parece al cerebro de alguien abrumado por una emoción profunda. Se parece al cerebro de una persona que ha esnifado cocaína.