Autores:
  • Cuando se rompe una de mis tazas de té japonesas, imagino que la causa real no fue la mano descuidada de una criada, sino las ansiedades de las figuras que habitan las curvas de esa porcelana. Su sombría decisión de suicidarse no me escandaliza: utilizaron a la criada como uno de nosotros podría utilizar una pistola.