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ROMEO Hay tu oro, peor veneno para las almas de los hombres, Haciendo más asesinatos en este mundo repugnante, Que estos pobres compuestos que no puedes vender. Yo te vendo veneno; tú no me has vendido ninguno. Adios: compra comida, y ponte en carne. Ven, cordial y no veneno, ven conmigo A la tumba de Julieta; pues alli debo usarte.