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Quiero oír música estridente, ver caras, rozar cuerpos, beber benedictina ardiente. Las mujeres hermosas y los hombres guapos despiertan en mí deseos feroces. Quiero bailar. Quiero drogas. Quiero conocer gente perversa, intimar con ellos. Nunca miro rostros ingenuos. Quiero morder la vida y que me desgarre.