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Mucho antes de que hiciéramos dibujos en cuevas o batiéramos ritmos en árboles huecos, ya estábamos perfeccionando el arte de combinar la respiración, la mente y los músculos en una autopropulsión fluida por terrenos salvajes.
Mucho antes de que hiciéramos dibujos en cuevas o batiéramos ritmos en árboles huecos, ya estábamos perfeccionando el arte de combinar la respiración, la mente y los músculos en una autopropulsión fluida por terrenos salvajes.