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Por un instante ella sintió su toque en la mejilla y luego él retrocedió. Ahí estaba mi ración para toda la eternidad. Me atrevo a decir que ha muerto gente por menos.
Por un instante ella sintió su toque en la mejilla y luego él retrocedió. Ahí estaba mi ración para toda la eternidad. Me atrevo a decir que ha muerto gente por menos.