¿Quién te enseñó a escribir con sangre en mi espalda? ¿Quién te enseñó a usar tus manos como hierros de marcar? Has grabado tu nombre en mis hombros, me has marcado con tu marca. Las yemas de tus dedos se han convertido en bloques de impresión, grabas un mensaje en mi piel, grabas un significado en mi cuerpo. Tu código morse interfiere con los latidos de mi corazón. Tenía un corazón estable antes de conocerte, confiaba en él, había estado en servicio activo y se había hecho fuerte. Ahora alteras su ritmo con el tuyo, juegas sobre mí, tamborileándome tenso.