-
Ninguna enunciación de la Verdad será jamás completa, ningún método de formación será jamás adecuado para todos los temperamentos, nadie puede hacer más que delimitar la pequeña parcela del infinito que se propone cultivar, y clavar la pala, confiando en que la tierra sea finalmente fructífera y libre de malas hierbas hasta donde alcancen los límites que él mismo se ha fijado.