Autores:
  • Érase una vez un pez. ¿Cómo lo sabes? Porque yo también fui un pez. ¿Tú también? Claro. Hace mucho tiempo. De todos modos, siendo un pez, sabías nadar. Eras un gran nadador. Eras un campeón de natación. Amabas el agua. ¿Por qué? ¿Cómo que por qué? ¿Por qué amaba el agua? ¡Porque era tu vida! Y mientras hablábamos, le iba soltando un dedo cada vez, hasta que, sin que se diera cuenta, estaba flotando sin mí. Quizá eso es lo que significa ser padre: enseñar a tu hijo a vivir sin ti.