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Cuando tu poder proviene de otros, de la aprobación, eres su esclavo. Nunca os sacrifiquéis, ¡nunca! Quien te inste al autosacrificio es peor que un vulgar asesino, que al menos te corta el cuello él mismo, sin persuadirte a TI para que lo hagas.
Cuando tu poder proviene de otros, de la aprobación, eres su esclavo. Nunca os sacrifiquéis, ¡nunca! Quien te inste al autosacrificio es peor que un vulgar asesino, que al menos te corta el cuello él mismo, sin persuadirte a TI para que lo hagas.