Tiene miedo de contarme algo importante, sabiendo que me daré la vuelta y escribiré sobre ello. En mi mente, soy como un simpático chatarrero, que construye cosas con los trocitos de chatarra que encuentra aquí y allá, pero mi familia ha empezado a ver las cosas de otra manera. Sus vidas personales son los llamados trozos de chatarra que recojo tan despreocupadamente, y están hartos de ello. Cada vez más a menudo sus historias empiezan con la frase "Tienes que jurar que nunca repetirás esto". Siempre lo prometo, pero en general se entiende que mi palabra no significa nada.