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He bespelled este medallón, para usted; mi propio, mi compañero. Ha llegado el día en que la muerte nos obligó a separarnos. Debes saber que yo por ti, para siempre, esperaré. Así que hasta que nos encontremos de nuevo, guardo tu amor a salvo en mi corazón. Recuerda, tu juramento fue templar la fuerza con la misericordia. No importa cuánto tiempo estemos separados, yo te mantendré fiel a ese juramento eternamente... eternamente...