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Cuando otro te culpe o te odie, o la gente exprese críticas similares, ve a su alma, penetra en su interior y observa qué clase de personas son. Te darás cuenta de que no hay por qué angustiarse porque tengan una opinión determinada de ti.
Cuando otro te culpe o te odie, o la gente exprese críticas similares, ve a su alma, penetra en su interior y observa qué clase de personas son. Te darás cuenta de que no hay por qué angustiarse porque tengan una opinión determinada de ti.