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Dan se adelantó y sustituyó a Jonás en el timón. "¡Tengo un plan!" "¡Ese es mi hombre!" La famosa sonrisa desapareció cuando Jonás contempló la sombría determinación en las facciones de Dan. Su expresión era tan plana e inexpresiva como un cráneo desnudo. Dan dirigió el bote a toda velocidad directamente hacia la orilla rocosa. "¡Amy, agárrate a ese cuadro!" "¡Ese no es un plan!" Gritó Jonás. "¡Eso es un suicidio!