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¿Dices que mi forma de pensar no se puede tolerar? ¿Y qué? El hombre que altera su forma de pensar para adaptarse a los demás es un tonto. Mi forma de pensar es el resultado de mis reflexiones. Forma parte de mi ser interior, de la manera en que estoy hecho. No las contradigo, y no lo haría aunque quisiera. Porque mi sistema, que usted desaprueba, es también mi mayor consuelo en la vida, la fuente de toda mi felicidad: significa para mí más que mi propia vida.