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¿Adónde has ido?" "Hasta el final del camino de entrada", dice mi madre. "Estaba embarazada de nueve meses; esa era la distancia máxima que podía recorrer sin sentir que se me caía el útero". Hago una mueca de dolor. "¿Tienes que ser tan gráfica?". "¿Cómo quieres que lo llame, Zoe? ¿Un salón fetal?