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Qué horror esa mañana en la que te despiertas y tu primer pensamiento no es la persona que se ha ido. Es entonces cuando sabes que nunca moriré de un corazón roto.
Qué horror esa mañana en la que te despiertas y tu primer pensamiento no es la persona que se ha ido. Es entonces cuando sabes que nunca moriré de un corazón roto.