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Los sentimientos que más duelen, las emociones que más escuecen, son los que son absurdos - El anhelo de cosas imposibles, precisamente porque son imposibles; la nostalgia de lo que nunca fue; el deseo de lo que podría haber sido; el arrepentimiento por no ser otra persona; la insatisfacción con la existencia del mundo. Todos estos medios tonos de la conciencia del alma crean en nosotros un paisaje doloroso, un eterno ocaso de lo que somos.