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La comodidad y la familiaridad eran maravillosas, pero también apagaban la pasión y la emoción. La previsibilidad y la costumbre hacían casi imposibles las sorpresas.
La comodidad y la familiaridad eran maravillosas, pero también apagaban la pasión y la emoción. La previsibilidad y la costumbre hacían casi imposibles las sorpresas.