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Huesos", suspiré. "¿Sabes una cosa? No te tengo miedo, pero tú me das miedo....". Su silueta volvió a desdibujarse. "Tú también me das miedo, Gatita", podría haber contestado, pero no estaba segura.
Huesos", suspiré. "¿Sabes una cosa? No te tengo miedo, pero tú me das miedo....". Su silueta volvió a desdibujarse. "Tú también me das miedo, Gatita", podría haber contestado, pero no estaba segura.