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No soy un sociópata ni un bicho raro (aunque supongo que las personas que son sociópatas o bichos raros no se identifican como tales); simplemente no disfruto estando con gente. La gente, al menos en mi experiencia, rara vez dice algo interesante a los demás. Siempre hablan de sus vidas y no tienen vidas muy interesantes. Así que me impaciento. Por alguna razón, creo que sólo hay que decir algo si es interesante o si es absolutamente necesario.