-
Quiero decir que te dan todas estas lecciones para cosas sin importancia: piano, mecanografía. Te dan años y años de lecciones sobre cómo cuadrar ecuaciones, que Dios sabe que nunca tendrás que hacer en la vida normal. ¿Pero qué hay de la paternidad? O el matrimonio, ahora que lo pienso. Antes de poder conducir un coche necesitas un curso de instrucción aprobado por el Estado, pero conducir un coche no es nada, nada, comparado con vivir día a día con un marido y criar a un nuevo ser humano.