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O ser autoequilibrado para las contingencias, para afrontar la noche, las tormentas, el hambre, el ridículo, los accidentes, los desaires, como hacen los árboles y los animales.
O ser autoequilibrado para las contingencias, para afrontar la noche, las tormentas, el hambre, el ridículo, los accidentes, los desaires, como hacen los árboles y los animales.