-
Arya". Miró hacia el río plateado y luego de nuevo a Arya, y agarró la empuñadura de Brisingr. Estaba tan lleno de emoción que temblaba. No quería irse, pero sabía que debía hacerlo. Quédate conmigo... -Su mirada se desvió hacia arriba-. No puedo. Quédate conmigo hasta la primera curva del río". Ella dudó, luego asintió.