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Por fin conseguí controlarme y volví a besarla, luego llevé mi mano a su cara y pasé suavemente los dedos por su mejilla. Me maravilló la suavidad de su piel, la dulzura que veía en sus ojos. Incluso ahora era perfecta.
Por fin conseguí controlarme y volví a besarla, luego llevé mi mano a su cara y pasé suavemente los dedos por su mejilla. Me maravilló la suavidad de su piel, la dulzura que veía en sus ojos. Incluso ahora era perfecta.