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  • Así que te deshiciste de tu asombro de que alguien pudiera escribir de forma mucho más dinámica que tú. Dejaste de apreciar tu soledad y tu poética diferencia con tu pequeño pecho delicadamente plano. Dijiste: es demasiado buena para olvidarla. Qué tal si la haces amiga y competidora: podrías aprender mucho de ella. Así que lo intentarás. Tal vez se ría en tu cara. Y tal vez al final te gane. En cualquier caso, lo intentarás, y quizás, posiblemente, ella pueda soportarte. ¡Esperemos!