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Algo habrá hecho", repitió Nobby. En esto se hacía eco de la opinión del patricio sobre el crimen y el castigo. Si había un delito, debía haber un castigo. Si el delincuente concreto debía participar en el proceso de castigo, era un feliz accidente, pero si no, cualquier delincuente servía, y como sin duda todos eran culpables de algo, el resultado neto era que, en términos generales, se hacía justicia.