-
Durante mucho tiempo no me había acercado a la fruta prohibida llamada felicidad, pero ahora me tentaba con una melancólica persistencia. Sentía como si Sonoko fuera un abismo sobre el que me balanceaba.
Durante mucho tiempo no me había acercado a la fruta prohibida llamada felicidad, pero ahora me tentaba con una melancólica persistencia. Sentía como si Sonoko fuera un abismo sobre el que me balanceaba.