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Jesús dice. "Reconoce y acepta quién quiero ser para ti: un Salvador de compasión sin límites, paciencia infinita, perdón insoportable y amor que no lleva la cuenta de los errores. Deja de proyectar en Mí tus propios sentimientos sobre ti mismo. En este momento tu vida es una caña magullada y no la aplastaré, una mecha ardiente y no la apagaré. Estás en un lugar seguro". Brennan Manning. El hijo de Abba: El grito del corazón por la pertenencia íntima